El niño estigio – Creepypasta

"Estamos haciendo todo lo posible para que su hermano se sienta cómodo. Sin embargo, en este punto, me temo que eso es todo lo que realmente podemos hacer por él ”, dijo el Dr. Norman, Coordinador Médico Residente en Ty Rothwell Compassion and Care Center. “La infección es bastante persistente, pero creemos que la tenemos con el antibiótico correcto. No es grave, pero su estado es grave. Seré honesto. Podría ir en ambos sentidos.

"Gracias doctor. Lo entiendo. Voy a entrar y sentarme con él, así que, ¿le parece bien? Peter Schuyl habló en voz baja, apropiado para la hora tardía y el hecho de que estaba en una unidad de cuidados intensivos". El médico le dio una suave palmada en el hombro, haciéndole un gesto desde la habitación de su hermano. Peter entró silenciosamente, deseando no perturbar el descanso de su hermano. Peter estaba preocupado de ver a su hermano en un traje de baño. Se sintió aliviado al descubrir que su hermano parecía estar durmiendo. cómodamente y volteado hacia el otro lado.

"Hola Peter", dijo la voz ronca de Víctor, ronca y seca.

“Hola Vic. Las chicas saludan. Los habría traído pero, ya sabes, la escuela —dijo Peter en voz baja con un toque de alegría, tratando de actuar lo más normal posible. Sabía que Víctor lo querría. Vic nunca fue alguien que quisiera ser amado por la gente, y Peter sabía que lo odiaría especialmente en una situación como esta. Con un gemido y un gran esfuerzo, Víctor empujó con los brazos hasta quedar tumbado de espaldas frente a su hermano menor.

"Espero que no sea demasiado temprano para ti, Pete", dijo Víctor mientras ajustaba el ángulo de su cama de hospital a una posición sentada más erguida.

"No, es mi día libre. Estoy bien ”, dijo Peter antes de sentarse junto a la cama. Peter nunca se quejaría, pero ambos sabían que Peter había conducido unas buenas cinco horas para llegar al centro de salud.

"¿Ves ese sobre en la mesa?" Víctor preguntó y señaló un pequeño sobre rojo en un soporte cerca de su cama.

"Sí", respondió Peter.

“En este sobre está la llave de una caja fuerte, así como las instrucciones sobre dónde se puede encontrar. Todo está configurado en el banco para ti. Saben que vendrás pronto por esto. Solo tienes que mostrarles tu identificación ”, dijo Víctor. Su voz se volvió ronca y comenzó a toser profundamente. La tos sacudió a Peter, lo que le obligó a aceptar por primera vez lo enfermo que estaba realmente su hermano.

Víctor estaba vestido con una bata de hospital con un patrón de diamantes azul claro sobre un fondo blanco sólido. El azul del vestido se hizo más brillante por la apariencia pálida de la piel pálida de su hermano. Las venas de un azul más oscuro eran claramente visibles a través de la piel parecida al papel de Vic. Los brazos del pobre hombre estaban magullados y vendados por Dios sabe cuántas vías intravenosas.

Lo más sorprendente del cadáver de un hombre por lo demás cercano eran sus ojos. A pesar de que tenía el pelo gris y el rostro flaco de un anciano enfermizo, los ojos de Víctor eran jóvenes y estaban llenos de vida, aún tan vívidos. En un rostro casi desprovisto de color, lo que llamó la atención de inmediato fueron los ojos grises suaves y moteados de un niño. Peter apartó la mirada de su hermano y, obedientemente, recogió el sobre.

“En la bóveda del banco, hay unos diez mil dólares. También hay una lista de lo que se debe hacer cuando me vaya. Ya me conocen, siempre estoy listo en casi cualquier circunstancia ”, dijo Víctor con una gran sonrisa. Se habría reído, pero podría haber provocado otro ataque de asfixia, así que se detuvo. “También hay una nota expresamente para ti en esta caja fuerte. La carta explica algunas cosas que necesito que sepas, pero no tendrá sentido si no te explico algo importante primero.

Pierre estaba confundido. Sabía que su hermano era una persona organizada, por lo que una caja con instrucciones finales tenía algún sentido, pero no una carta para él.

Peter nunca había estado cerca de Víctor. Víctor tenía veinte años más que Peter. La madre de Víctor murió cuando él era muy pequeño. A su padre le tomó un tiempo volver a casarse, pero el padre de Víctor finalmente encontró una segunda esposa que era un poco más joven que él, y tuvieron a Peter.

A Peter le molestaba que Víctor actuara a menudo como si su entrada en la familia hubiera empujado al hermano mayor a hacerlo. Víctor era independiente y ya estaba solo cuando llegó Peter. Peter sintió que la relación entre ellos era más parecida a la de parientes lejanos que a la relación más cercana con un hermano.

Peter se dio cuenta de que la expresión de Víctor se había convertido en tristeza. Era una mirada que Peter nunca había visto antes de su hermano, una mirada llena de pesar y consternación. Peter pensó que tal vez estaba a punto de aprender algo horrible sobre su hermano, como si estuviera escondiendo cuerpos en secreto para la multitud o algo así. Si Víctor hubiera llorado para entonces, Peter no se habría sorprendido. El anciano parecía angustiado.

"Vi algo", dijo Víctor con una voz llena de tristeza y miedo, o quizás vergüenza, era difícil de decir. Su rostro estaba lleno de pavor. "Nunca hablo de eso, pero tengo que confesarle esto de inmediato, porque voy a morir pronto". Necesito contárselo a alguien. Pierre se alarmó por las palabras de su hermano. Por supuesto, Víctor estaba en mal estado, pero aún había una buena posibilidad de que la infección en el pecho de Víctor desapareciera.

“No deberías hablar así Vic. Tienes que tener una perspectiva positiva sobre estas cosas. Puedes vencer esta infección. Esta no es una sentencia de muerte inmediata. Sólo estoy aquí porque me has pedido personalmente que vaya, no porque crea que es el final de todos los finales ", dijo Peter rápidamente en un intento de reforzar la historia. El estado de ánimo de Víctor. No quería tocar la otra parte del misterioso comentario de su hermano.

“Escucha Peter, no importa lo que hagan, sé que se acabó. Moriré en menos de cuatro horas hasta aproximadamente las nueve y diez ”, dijo Víctor con absoluta certeza. Peter no sabía qué decir sobre este comentario. No podía entender por qué su hermano normalmente fuerte se rindió tan fácilmente, no se parecía en nada a Víctor, o al menos no al Víctor que conocía.
"Verá, me dijeron que iba a morir hoy en este momento exacto. También me dijeron que estarías allí cuando yo muriera. De hecho, lo crea o no, me dijeron que les iba a contar esta historia. Difícil de creer, ¿eh? El tono de Víctor dejó en claro que era un hecho.

"¿Te convenció un adivino de esto?" Peter preguntó, alarmado y más que un poco enojado. Solo hizo que su hermano se riera de buena gana. Era bueno oír reír a su hermano, pero todavía confundía a Peter.

"¡Ojalá! Simplemente lo ignoraría si lo hiciera. Los psíquicos y los adivinos no pueden predecir una mierda …" El comportamiento de Víctor cambió de repente de nuevo. Ahora parecía que estaba a punto de colapsar en un profundo horror. "No, eso es otra cosa muy diferente. ¿Podrías ir a traerme una lata de refresco, cola? ¿Te gusta? Peter estaba intrigado por la respuesta de su hermano, pero inmediatamente tomó medidas para satisfacer la petición de su hermano.

Estaba claro que Víctor todavía estaba confundido. Ciertamente no quería hablar sobre lo que estaba a punto de discutir. Peter no conocía a su hermano tan bien como podía, pero podía ver su ansiedad, clara como el día.

"Lo que necesito decirte va a sonar antinatural, incluso loco, pero sucedió tan seguro como el amanecer", dijo Víctor e hizo una mueca.

"Está bien si me crees de todos modos. Al final lo harás. Yo mismo no lo creería si no lo hubiera visto". Víctor rió de nuevo. “Definitivamente terminarás haciéndolo. "

Luego, sin más preámbulos, Víctor comenzó a contar su historia. “Hubo un tiempo durante la guerra, en algún momento después de la Ofensiva Tet, cuando me encontré solo en esta zona de la jungla húmeda, húmeda y sucia. No fui estúpido, sabía que estaba en problemas porque estaba lejos de donde tenía que estar. No me importa decir que estaba muerta de miedo allí. Regresé lenta y silenciosamente, escuchando. Me puse en esta lamentable situación y supe que tendría suerte de regresar.
Sin embargo, llegó un momento, allí, en la oscuridad cercana, cuando encontré un cadáver simplemente desplomado cerca de un tronco, con la cara arrancada y ennegrecida. Él era estadounidense, como yo, y eso me hizo sentir cansado y solo. Hubo muchas muertes en esa época y había que mantener la cabeza fría. El tipo estaba medio escondido detrás del tronco. Sabía lo suficiente como para no sentir demasiada curiosidad. Esta situación era más que probable una trampa, así que comencé a inspeccionar el área, buscando "señales". me. Nunca vi el acercamiento.

En medio de una guerra, cuando todos los uniformados suelen estar fuertemente armados, nunca debes hacer lo que hizo este individuo. Siseó en voz alta para llamar mi atención, como se llamaría a los animales de granja. El ruido atravesó los suaves sonidos del dosel. No reaccioné tan rápido como debería. Por supuesto, salté e hice todo lo posible por ponerme a cubierto. Si hubiera sido un luchador enemigo, habría muerto de inmediato. Sin embargo, reuní suficientes canicas para apuntar al personaje. Una vez más, por segunda vez en otros tantos segundos, me pilló con la guardia baja. No podía ver completamente a la persona allí, pero solo medía un metro de altura y estaba desarmada, por lo que podía ver. No quería dispararle a un niño, pero fue una guerra extraña. Necesitaba jugar cerca del titular. Víctor terminó esta reflexión y tomó un sorbo de refresco.

En la oscuridad de la jungla aparentemente tranquila pero espeluznante, en medio de la vorágine que es la guerra, Víctor ha encontrado un diablo.
"No te preocupes Víctor Schuyl", dijo una voz desde la dirección de la misteriosa figura sombría. La voz era inquietante de escuchar. Las palabras eran claramente de origen humano, pero estaban impregnadas de inhumanidad e impureza. La voz era tan horrible que mis sentidos me rogaron que abriera fuego y matara lo que fuera que estuviera allí. La persona en la sombra parecía un prisionero del infierno que había escapado y ahora caminaba por la Tierra. La voz me asustó más que cualquier otra cosa en toda esta maldita guerra puesta. Una cosa era segura, obviamente era la voz de un niño. La otra cosa clara era que era impío y malvado.

"Ese hombre muerto de allí no está preparado para matar", continuó la voz malvada. Las palabras del personaje fueron menos tranquilizadoras. Tenía más miedo de este recién llegado que de cualquier artillería enemiga que me estuviera esperando en el campo de batalla.

" Con quién estás ? Era lo único que podía tartamudear en ese momento. Una risa demoníaca profunda, mucho, mucho más profunda que una risa infantil, gruñó ruidosamente, haciendo eco a través de los árboles reunidos. El follaje se movió extrañamente ante la risa de la criatura.

"Creo que estoy solo conmigo mismo, Víctor", dijo la voz, ahora restaurada a una voz infantil inocente pero distorsionada. Me disgustó escuchar esa voz inocente pero corrupta. No estaba mintiendo, me di cuenta. Comencé a crear escenarios en mi cabeza para explicar cómo un niño podía terminar aquí, a kilómetros de la nada, y hablando un inglés perfecto.

"¿Cómo llegaste aquí entonces?" Pregunté, esperando comenzar a reconstruir el misterio.

"Supongo que, como tú, la guerra me trajo aquí", dijo la enigmática voz venenosa.

"No estás en el ejército. Tampoco creo que seas un civil. ¿Quién eres? ”Estaba aún más perplejo que cuando comencé el interrogatorio.

"Supongo que esa es la pregunta más sensata que tienes delante. Déjame presentarme ”, comenzó la voz con el mismo tono infantil, pero la vocalización se desvaneció lentamente hasta que la última palabra sonó como si el diablo mismo le estuviera hablando directamente a Víctor. "Mi nombre es Ioxick, pero prefiero que me llames Sanguine, como el color de la sangre."

La sombra levantó una mano y señaló un árbol cercano. Un destello de luz pulsó de su mano a la velocidad del rayo. El árbol se incendió, como golpeado por una bomba incendiaria. Brillaba tanto que Víctor necesitaba proteger sus ojos del dolor y la luz cegadora causada por la iluminación repentina. Cuando sus ojos se aclararon, el lugar se iluminó como si fuera casi de día. La cosa con la que había hablado ahora era completamente visible y se movía a cuatro pies de mi posición. Levanté mi arma para disparar y casi apreté el gatillo.

"Yo no haría eso, Víctor", dijo. "Los disparos solo llamarían la atención y tu juguete no me haría daño de todos modos". El estar de pie junto a mí era una visión honesta de una pesadilla o un demonio, al menos estaba seguro en ese entonces que era un demonio. Parecía un niño, pero obviamente estaba disfrazado. No sabía cómo llamaría una iglesia a estas cosas.

La bestia se parecía a cualquier niño ordinario que jugara en el patio de recreo de una escuela. Llevaba pantalones cortos de algodón verde y una camiseta naranja quemado debajo de un chaleco de algodón a juego con los pantalones cortos verdes. Toda su ropa estaba manchada, manchada con una mezcla de sangre fresca y seca.

Los brazos y piernas del niño eran inusualmente blancos, como la textura de las figuras de cera. Las manos eran completamente sobrenaturales. No había manos ni pies al final de los muñones que actuaban como piernas y brazos. En cambio, había apéndices negros que parecían raíces de árboles retorcidos y errantes. Parecían etéreos mientras se movían, como ríos de color carbón que buscan y saborean el aire con la lengua temblorosa de una víbora. La cabeza de la criatura era completamente una imagen del maldito. El rostro, del mismo color pálido que los brazos, estaba cubierto de varios tonos de rojo carmesí. También había sangre fresca en el animal.

Donde los ojos deberían haber estado naturalmente, se envolvió un trozo de tela, tal vez una gasa. El trozo de tela cubría las cuencas de los ojos, que parecían estar vacías. Se podían ver signos de traumatismo severo a su alrededor. Las heridas en los ojos estaban frescas, pero la sangre seca en la ropa contaba una historia diferente. El vendaje, o lo que sea, necesitaba urgentemente un cambio. El vendaje no podía contener más sangre, por lo que gotas de fluido vital rojo gotearon de debajo de los sobres como lágrimas carmesí. El cabello rubio espeso y bien peinado sobresalía. Era lo único de la bestia que no parecía una aberración. Aún así, eso lo convirtió en lo más perturbador.

Tenía mi pistola en alto lista para arrancarle la cabeza, pero luego me di cuenta de que sería inútil contra algo tan descaradamente fantasmal. La verdad es que tenía razón. El rodaje llamaría la atención y yo no lo quería. No sabía qué hacer en ese momento. Entonces la Cosa hizo algo que no esperaba. Se ofreció a salvarme la vida.

"¿Por qué diablos harías eso?" " Le he pedido. A la cosa le gustaba hablar, me di cuenta. Uno pensaría que algo tan poderoso no sería tan hablador, pero estaba más que feliz de hablar conmigo. Me dijo que estaba a punto de morir en un tiroteo a la mañana siguiente. Obviamente, podía ver estas cosas. Decía que iba a morir y que no podía hacer nada para evitarlo.

Nunca sabes qué vas a hacer con ciertas cosas, pero cuando ves una criatura de tipo mítico parada frente a ti y te dice que vas a morir, es totalmente creíble. Estaba seguro de que, aunque era una especie de demonio, esa parte de su historia probablemente era cierta. Fue necesario un gozo perverso ver mi reacción a esta revelación. Se ofreció a mostrarme mi muerte si quería, pero me negué.

"Dame un poco de tiempo para convencerte de que lo mejor para ti es dejarme ayudarte", dijo la bestia. Víctor no iba a escuchar a ningún demonio que le dijera estas cosas que probablemente eran engaños.

Quieres mi alma o algo. No, si muero mañana vas a tener que volver al infierno sin mí ”, le dije al demonio, y él se echó a reír tanto que pensé que me sangrarían los oídos. La risa profunda y siniestra limpió el área de toda la vida silvestre. Todo tipo de animales se fueron volando con el sonido de su diabólica diversión.

– No soy un demonio, soldado. ¿Qué haría yo con tu alma de todos modos? No quiero que un montón de almas humanas me sigan sin cesar, preguntándose qué deberían estar haciendo cada segundo del día. Eso me molestaría, dijo, agitando su mano ficticia. "Tengo diferentes razones para hablar contigo, Víctor. No me gustó el sonido de eso. De cualquier manera, sonaba peor que el languidecer diablo de mi alma. ¿Qué podría ser peor que una eternidad de constante tormento? Me asaltó una morbosa curiosidad; Estaba extrañamente interesado en lo que tenía que decir.

"Si no eres un demonio, ¿qué eres exactamente?" Dije manteniendo mi arma apuntando a su cabeza.

"Hmm, ¿qué soy yo?" Soy el ser en el que se basan todos los demonios del mundo. Soy el que la gente ve, pero cuando me describen, la historia siempre cambia. Yo soy el que acecha a tus hijos, aunque nunca lo hice. Soy el vampiro que bebe la sangre, pero eso no es lo que hago en absoluto. Para aquellos como tú, yo soy el que les roba el alma, pero eso también es solo una historia ”, dijo con la voz de un simple niño pequeño, pero teñido de 39, un tono amenazante y salvaje. Se deslizó lentamente hacia el muerto, desplomado junto al tronco: "Lo conocí hace veintisiete años, era viernes. Aceptó reunirse conmigo de nuevo, del mismo modo que espero que acceda a verme de nuevo, por supuesto, en una fecha posterior. Tampoco me gustó el sonido de eso.

La criatura extendió sus antenas y se estiraron y envolvieron el cuerpo del soldado muerto como una red. Los apéndices en forma de raíz colocaron al desafortunado en una posición sentada y crecieron lenta y constantemente en la carne del hombre.

"Lo que realmente soy, Víctor, es una especie de nigromante. Este hombre está atrapado en un vacío que creé. No puede transmitir hasta que hayamos cerrado el trato. Ahora tengo su esencia. Si quieres llamarla alma, no discutiré. Está atrapado aquí en este cadáver. No puedo robarle el alma, pero puedo abrazarlo, mantener su cuerpo fresco, de alguna manera ", dijo el niño, inclinando la cabeza como si escuchara hablar al cadáver," puedo sentir miedo y lo escucho. muere lentamente. ¿Quieres escuchar también?

"¡Dios no! Grité con total disgusto por lo que estaba viendo.

"Bueno, eso me divierte lo suficiente", dijo y dejó escapar una risa infantil horrible llena de placer demoníaco, "Dejaré que la mente o el alma de este hombre se vayan después de que pague. Esto es parte del trato que hicimos hace años. Primero Recibo lo que me prometieron en este mercado, el mismo mercado que les propongo.

"Es …" dije rápidamente, pero estaba demasiado impresionado para continuar. No supe que decir. Sentí que podía hiperventilar. Me enfermaron las cosas que vi y escuché. Pensé que no podía ser real, pero se estaba desarrollando frente a mis ojos.

“Puedo asegurarme de que mañana no salga según lo planeado. Puedo cambiar el día de una persona mañana y te elegí a ti. Tengo esta habilidad, te lo prometo. Todo lo que tienes que hacer es hacer este simple trato conmigo ”, dijo, señalando al cuerpo con la cabeza. Simplemente levanté los brazos con consternación, incapaz de responder a la idea realmente horrible, todavía sin estar muy segura de lo que quería la bestia.

– Solo tienes que estar de acuerdo en verme alimentarme y aceptar que me dé un festín contigo el día que pases, como estoy a punto de hacer aquí y ahora dijo la bestia, volviendo la cabeza y abriendo la boca para mirarme. Esto reveló dientes amarillos deformados y torcidos que crecieron en varias formas y tamaños a través de una sonrisa desagradable. Los dientes subieron y se retorcieron alrededor de otros dientes, a veces en la propia mandíbula. Una cosa era segura, cada diente tenía una punta afilada, excepto algunos que estaban rotos.

Había una sonrisa burlona en su rostro. A pesar de que esta expresión se ofreció como una sonrisa, las gotas de saliva la expusieron como nada más que un animal hambriento decidido a comer. "Déjame comer la carne que no necesitarás más cuando finalmente cruces y observes mientras me alimento para que pueda disfrutar de tu disgusto y miedo". Por mi parte, me aseguraré de que vivas más allá del mañana. Es todo. No me gustó la idea de lo que se ofrecía, pero tampoco me gustó la idea de morir en menos de veinticuatro horas. Estaba reflexionando sobre lo que dijo la criatura cuando añadió el tono final.

“Morirías el 12 de septiembre de dos mil veintitrés, como diez minutos después de las nueve de la mañana. Descansará en un hospital hermoso y limpio y su hermano menor, Peter, estará allí a su lado. Cuéntale esa historia. La abominación se rió entre dientes de nuevo. "Él no te creerá al principio, pero eventualmente te creerá".

"¿Veré a un hermano menor?" Le pregunté al niño demonio, asombrado. Asintió febrilmente. Papá me había escrito para decirme que se había vuelto a casar, pero, sinceramente, no esperaba que saliera un hermano del nuevo matrimonio. Ni siquiera había considerado la idea de un hermano pequeño.

– Miraré hacia el futuro por ti, sin costo, dijo el demonio, cayendo de rodillas. Usó sus rizos de manos en forma de serpiente para producir un pequeño saco carmesí. La bolsa pudo haber sido blanca en algún momento, pero ahora, tan manchada de sangre, estaba roja. El demonio se apresuró a extender la mano y sacar algo, tirándolo al suelo frente a él. La bestia inclinó la cabeza directamente sobre algunas pequeñas chucherías, estudiando. 'Oh sí. Lamento decirle que nunca verá a su hermano como es ahora. Ese nunca sería el caso, a menos que estuvieras de acuerdo con mi acuerdo.

'¿En realidad? Quieres que crea que puedes leer mi futuro, siseé.

'Oh sí. Acabo de leer tu destino en los huesos aquí en el suelo ”, dijo la criatura como si fuera algo perfectamente común.

"¿Huesos? Pregunté, casi asustado de escuchar la respuesta.

"Ah, los huesos de una criatura mística y poderosa cortados en perfecta simetría y empapados en la podredumbre más pútrida del pantano". Tienes que agregar veneno como veneno de serpiente y cicuta junto con otras hierbas, luego la cabeza de un pájaro azul y una gota de tu propia sangre. Es por eso que solo yo puedo usarlos ”, dijo el niño, bajando la voz para que nadie pudiera escuchar la última parte de los huesos trabajando solo para él.

"Entonces, ¿hiciste estas cosas con huesos de un unicornio o algo así?" Me reí entre dientes ante la idea.

'¿Unicornio? No, en realidad era un lagarto bastante grande. Hace mucho que se fueron, así que los huesos son preciosos para mí. Son tan precisos como la luna en el cielo —me siseó, mostrando de nuevo sus torcidos dientes amarillos. Recogió los pedazos de lo que estaba en el suelo. Nunca tuve la oportunidad de ver cómo se veían de cerca, pero al ver a esta criatura, no tuve ninguna duda de que era un hueso.

"El trato implicaría que comieras mi carne cuando yo muera". ¿Cómo es que esto tiene que ser parte del trato? Dije, lanzando la idea a mi cabeza.

"El soldado de allá no ha fallecido todavía, tengo el poder de mantenerlo aquí y mantenerlo fresco para poder alimentarlo". Si consigues el trato que hizo como él, te comerán. La hora de comer pronto terminará para él, y mañana a esa hora no quedará nada entre nosotros.

El niño demonio giró la cabeza para mirar al soldado, todavía en la red espectral y aparentemente muerto. Tu destino no sería diferente al de él. Comer es parte del atractivo para mí. No se trata solo de saciar mi hambre. También te está viendo sufrir. Mira, sabiendo cómo será cuando me coma tu carne y tus órganos. Esta es el hambre que necesitas para llenarme. Tengo que decir que honestamente me motiva. Pasarías la mañana, como te dije. Para esa noche, no te necesitaré a ti ni a tu alma o como sea que lo llames.

"¿Cómo se puede predecir el futuro de esta manera?" Pregunté, igualmente horrorizado y fascinado.

Depende de mí averiguarlo. Pregúntate a ti mismo, humano, ¿alguna vez has escuchado o visto a personas como yo? ¿Alguien te ha contado historias sobre Ioxick, el niño estigio, o sobre uno de los míos? Dijo la rareza enojada mientras tomaba una altura casi equivalente a la mía.

– No, supongo que tienes razón. Si acepto que eres real y aquí tengo que aceptar que otras cosas que no sé son posibles, dije, acurrucándome ante la cosa. Estaba seguro de que la cosa podría matarme por un capricho si quisiera, pero no parecía que tuviera eso como motivación. "Entonces, ¿por qué no te alimentas de estos otros muertos aquí?" Quiero decir que este es un campo de batalla, debe haber muchos más que puedas encontrar. ¿Por qué elegir personas específicas cuando siempre hay muertes?

"Ahhh, buena pregunta. Supongo que tiene que ver con la elección. Los de mi clase necesitan mucho para satisfacer verdaderamente nuestros antojos más oscuros. La comida tiene menos que ver con el acto y más con el trato que haces. Tienes la suerte de vivir una vida que quizás nunca hayas tenido, y hago que tu cuerpo se deleite con eso. Nada es gratis jamás, dijo la criatura con voz intrigante. La idea de una bestia comiendo tus sobras no era algo en lo que quisieras pensar, pero un hermano pequeño era demasiado para renunciar.
« Alors, vous n'aurez aucun droit sur mon âme ? » ai-je demandé, juste pour être sûr. Je voulais faire comprendre que je ne voulais pas être le serviteur d'un démon.

"C'est quelque chose dont je n'ai pas besoin, vraiment", a déclaré l'enfant alors qu'il laissait à nouveau un de ses rires écœurants. « Vraiment, qu'en est-il de vos âmes ? Je ne veux pas de ton énergie vitale ou quoi que ce soit. Il y a encore des règles établies depuis le début. Si je ne fais pas un accord clair et concis pour votre âme, je ne peux pas le revendiquer ». La créature libéra le soldat de son étreinte et haussa les épaules en parlant, comme si elle n'avait vraiment aucune idée de ce qui se passait dans la tête des gens.

"Je vivrai jusqu'au jour que tu as dit et tu mangeras ma chair quand je mourrai", dis-je, confirmant les détails.
« En effet. » La créature hocha sérieusement la tête.

– Cela semble trop beau pour être vrai, il doit y avoir quelque chose de plus sinistre, accusai-je la bête.

« En effet, il y a. J'ai dit que vous deviez me regarder me nourrir », a déclaré l'enfant, tenant son appendice en forme de racine vers le soldat au sol. "Vous serez obligé de regarder pendant que je mange de la chair humaine et vous saurez qu'un jour, ce sera de vous que je viendrai me nourrir." L'Enfant Stygian baissa un peu le menton alors qu'un large sourire méchant traversait son visage. C'était le sourire le plus diabolique que j'aurais jamais pu imaginer. Ce sourire tacherait à jamais mes cauchemars.

Je savais maintenant pourquoi le démon faisait ces affaires. Il a prospéré sur la peur d'une personne. Il doit profiter de la pure perversion que l'on ressent lorsqu'il rencontre une vraie goule et qu'il la voit se nourrir. C'était un choix horrible qu'il m'offrait. Je savais que regarder ces aliments pour animaux allait être bien pire que tout ce que j'avais vu de toute ma vie, et je devrais peut-être vivre avec l'idée de faire face moi-même à cette profanation.

'Je pense que je peux vivre avec ça alors, si je vis pour voir un frère que je ne savais pas que j'avais. Je pense que je peux vivre avec ça, ai-je dit, effrayée par ce que je venais d'accepter. Maintenant, j'espérais juste revenir et rencontrer mon frère.

– Je pense que je t'ai mal identifié, dit la bête. "Normalement, je dois bourdonner pendant des heures pour que les gens adhèrent à l'idée, mais vous avez tout de suite sauté le pas. Merci", termina la bête avec un sourire vraiment abominable. C'était un peu idiot, mais terrifiant.

«Comme indiqué dans le marché, votre âme ou peu importe comment vous l'appelez, est à vous. Je ne m'intéresse qu'à arracher ta chair. Et, comme convenu, vous avoir comme témoin de mes habitudes alimentaires.’ Je me sentais un peu mieux en entendant que la bête avait prévu de s'en tenir aux conditions convenues. Je savais que je serais témoin d'un acte horrible, mais ce serait fini bien assez tôt.

« Vous savez, beaucoup de contes et de folklore dans ce monde proviennent de mes goûts. Mais les histoires de mon espèce ne sont jamais racontées correctement. Ils se trompent toujours sur les bases », a expliqué la créature alors qu'elle dérivait de l'autre côté du soldat mort, s'agenouillant à côté du cadavre. L'Enfant Stygian leva ses mains maladroites vers son visage et enleva soigneusement les bandages oculaires. Il semblait que les bandages, comme pour toute blessure, étaient douloureux pour le démon.

La vue sous les bandages était à peu près ce à quoi je m'attendais. Il y avait deux orbites complètement vides, qui étaient vides mais luisantes de sang frais et humide jusqu'aux profondeurs sombres des trous du crâne. On aurait dit qu'une pioche ou un autre outil avait été utilisé pour arracher les yeux de ce qui ne pouvait être décrit que comme un enfant maladif.

Le chiffre était un paradoxe. Il bougeait clairement et saignait partout. La créature parlait également, mais sans yeux, elle ressemblait à un enfant humain mort et vide avec de laides vignes mortes poussant de ses mains. Il était agenouillé là, se préparant à se nourrir, peut-être à combler son vide. Un doux bourdonnement a commencé à émaner de la créature, et le sang a bientôt commencé à couler encore plus des orbites de l'enfant.

De petites gousses vertes et bleues de formes diverses étaient crachées par les trous des yeux avec le flot de sang. De minuscules créatures ondulantes se sont également échappées des orbites du Stygian Child et sont tombées au sol autour du soldat mort. C'était quelque chose à quoi Victor n'avait pas été préparé, et cela le fit vomir instantanément. Cela a attiré un rire moqueur et diabolique de celui appelé Ioxick.

Les créatures des orbites glissèrent et s'éloignèrent. Beaucoup de choses ressemblant à des gousses s'ouvrent en pops audibles, comme des pétards. Les créatures de l'intérieur volaient dans l'ombre. Aussi vite qu'ils étaient sortis des yeux vides de la bête, ils se sont tous cachés. L'atrocité m'a regardé et m'a dit d'une voix sadiquement amusée : « Êtes-vous prêt pour ce Victor ? » Je n'ai rien dit, mais j'ai secoué la tête, je ne l'étais pas. L'idée de regarder cette chose se nourrir de chair humaine morte devenait maintenant bien trop réelle.

« L'heure du dîner mes amis », a déclaré le démon. Il leva ses deux mains directement sur le corps du soldat. Ses tentacules ressemblant à des appendices ont grandi pour tisser un motif compliqué sur le corps du soldat. Les mains se sont tissées dans un motif octogonal avec une série de lettres et de chiffres anciens tissés.

Le démon parla : « Celui qui a fait un marché avec moi, vous devez enfin payer votre prix… à moi. » La silhouette d'Ioxick fit changer ses mains en une forme plus solide qui ressemblait moins à des antennes fantomatiques. Les doigts se formèrent d'une manière ou d'une autre, et une lumière violette brillait entre les doigts solides. C'était aussi fascinant qu'horrible de voir le démon faire sa magie. La pourpre est devenue une flamme qui a consumé les mains comme s'il s'agissait de bois de chauffage. La créature a hurlé en donnant son tissu corporel pour que le feu puisse être alimenté. Bientôt les flammes violettes moururent et les mains n'étaient plus que de la cendre blanche. La cendre s'est soudainement effondrée sur elle-même et est tombée pour couvrir le soldat. L'Enfant Stygian a cessé de pleurer et de hurler alors qu'un regard euphorique traversait le visage de la bête.

« Aahh », a crié le soldat alors qu'un grand souffle s'élançait dans les poumons de l'homme. Ses yeux s'ouvrirent soudain. Ils se sont précipités frénétiquement. Il était pris de panique. Jamais de ma vie je n'avais été témoin d'une telle peur sur le visage d'un individu. There was little doubt that if a man was able to die of fear, this poor soldier would have passed on. But the demon was not going to let this soldier die…yet.

‘Oh, hello, Paul,’ Ioxick said in an overexcited voice, leaning in to face the soldier eye to eye, so to speak. ‘You’ve known about this day for nearly three decades now.’ Victor was amazed and sickened to the point of unsteadiness that the soldier was now obviously animate and aware. It was a sobering moment. The child bent nearly to the ground, head parallel to the Earth, right next to the soldier. The demon tore a whole forefinger off the soldier, right to the palm and started chewing it like a piece of hard taffy. The soldier exploded with a piercing scream that echoed in the quiet night.

‘Oh my god! You just ripped his finger off,’ I yelled and again drew my gun level with the beast’s head.

‘Yes, that’s what you do when you feed on something. You don’t just swallow a chicken whole, do you?’ it asked while wiping a dollop of the soldier’s blood from his cheek. ‘I like the finger bones the best. I like how they have just enough flavor to get my appetite going.’ The creature smiled. I could see bits of fractured and torn bone stuck between yellow teeth. The bones ground in its teeth with bits of knuckle and flesh. I nearly vomited again but held myself, though the nausea was strong. My knees buckled with a bought of dizziness. The beast might’ve been less disturbing if it didn’t have the appearance of a child. If it was an ogre or some other mystical bogeyman doing it, it would be easier to stomach maybe.

‘He’s still alive! You’re supposed to wait until he’s dead! Those were the rules,’ I yelled at the demon.

‘I told you from the beginning I kept his spirit here. Didn’t you hear me say I was a necromancer of sorts? I told you all this. You need to pay more attention when I speak,’ Ioxick said with childish joy in his voice. He rammed another one of the soldier’s fingers in his mouth, ripping it off with his jagged teeth. The soldier reacted violently again to the severe trauma.

‘You said you’d let his soul go. You lied to me,’ I told him, angry at being duped.

‘Oh yes, I will let him die and be on his way…when I am done feeding,’ the beast said. Then it finished crushing and grinding the bone and flesh of the second finger, finally swallowing.

‘That wasn’t the deal!’ I bellowed at the devil.

‘Yes, it was!’ Ioxick spat back angrily glaring at me, that is, if it had been capable of glaring with hollow eye sockets. The mouth slowly went from a determined sneer to a terribly evil smile. ‘It was always part of the bargain. You were too eager for your desire to realize the price.’

‘He’s alive though.’ I couldn’t even form a sentence at this point. ‘My god.’ The weeping and shivering soldier was enough to silence me. All words left me at that moment.

‘Yes, Victor, and one day you will still be alive as I feed on you,’ spoke the demon before he burst into an insane, disturbing trail of childish laughter. The awareness rapidly sunk in that I had agreed to a nightmare far worse than his death. I was in for a truly terrible fate and, like Cassandra of legend, I could do nothing about it.

I was pulled back to the moment by a gut-wrenching scream from the poor man being feed upon. I turned my attention back to reality and looked over to see that the creature had taken one of the soldier’s ears this time. It was using its newly formed root-like hands to tear the cartilage into pieces with the help of its teeth.

It was then that I used my rifle and shot the child in the head. I could no longer stand for this abomination before me. However, as I’d half expected, the bullet did nothing, not even causing the creature to flinch. It more or less passed through the beast. The skin was pierced and a simple hole appeared, like a puncture in the sand. The small wound quickly folded in on itself and was gone. The skin, like an hourglass, refilled the hole left by the bullet.

‘I told you so,’ the wicked thing chuckled, not bothering to take its teeth out of the sobbing soldier’s ear. The ghoul was completely dismissive of the bullet to the head. It was indifferent that I had just tried to kill it. Ioxick slowly bent down face to face with the soldier, meeting the poor soul’s fearful eyes with its two dead empty sockets. The soldier was quivering noticeably and desperately trying to pull out of the way, unfortunately unable to do little more than thrash about a bit.

The creature lunged, sinking its mismatched teeth into the man’s nose. Like a shark, the fiend ripped its head back and forth rapidly until the man’s nose finally gave way and was perched in the creature’s jaws. The childlike figure pulled himself back to a sitting position, chewing happily. The soldier was howling in pain and begging the heavens for mercy, only causing the evil being to laugh and mock him by saying things like, ‘oh please let me go, I’ll never do it again,’ and, ‘mommy help me, the wittle, wittle man is hurting me.’ It was taking great joy in the man’s suffering and pleading.

I’d never dropped the barrel of his gun from the shot I’d put into the demon’s head. I decided to at least cheat the demon of some victory. Bang! A flash came out of the barrel of my gun as the weeping soldier’s face was blown clean in half. I had to spare the man for the sake of all that he held holy. Suffering for that poor man at least was over.

‘You shouldn’t have done that Victor. Cheaters never prosper you know. You’ve only made the situation worse for our glum friend here, Paul,’ said Ioxick in a calm level voice, no hint of anger whatsoever. The demeaner of the beast frightened me even more as I started to ponder what the punishment would be for my actions.

‘What, are you going to eat me alive then? We have a bargain and I know what’s going to happen to me and when. In the deal, you have set the date and it is not today,” I said, smugly lowering my gun. I knew I couldn’t use it on the demon anyway.

‘No Victor, worse for him,’ said the demon, and a deep dark laughter rumbled the area, not child-like whatsoever. Ioxick waved his hands over the soldier’s body, again performing the intricate weaving ceremony he’d done before. The same purple flame engulfed the child’s hands. Immediately, another veil of ash powdered the fallen soldier’s body, this time with far more dramatic effects. The ash moved like white colored quicksilver and drew the head pieces back to the rest of the body and wove them back into their place. The bones crackled and splintered loudly as they took their proper places once again. His chest rose with another great breath, and the soldier was back to the living, with his face and head restored as if a shot hadn’t just blasted it away.

‘Poor Paul, you aren’t going to leave us quite yet. Nope,’ Ioxick tittered as he lifted the soldier’s hand so I could get a good look at it. To my horror, the hand was completely restored. The fingers that’d been eaten away were now completely reconstituted, ready to be eaten away a second time. The demon proceeded to engulf the same index finger in its jaws and tore it away viciously. The soldier, again struck with a massive jolt of pain, screamed out, face flushed with shock. It immediately made me sick once again. I went to throw up, only to dry heave. I was forced to listen as the demon cracked bone and sinew in its ugly yellow teeth, making especially sure to chew with a wide-open mouth, contents sometimes spilling onto its shirt and ground.

‘This soldier probably knows you were trying to spare him the extra pain. What good did it do him though?’ the devil asked, smiling. “Kill him as many times as you like. I don’t mind starting over again and again. More and more for me to swallow.’ I finally let m rifle fall to the ground completely. It was of no use anyway. Thoroughly disgusted, I started to leave them and the area. I needed to leave. I knew I would forever hear that man’s pain and the grinding of his bones in the creature’s mouth. I’d seen too much.

I got about three feet when Ioxick spun me back around so hard I nearly fell. ‘How dare you leave now!’ he bellowed, sending blood and tiny bits of body tissue flying out of his mouth onto my face and uniform.

It was amazing how fast the creature reached his position. It’d moved at least eight yards in a matter of a second, and I didn’t hear a thing. I was looking at the demon face to face and, though I couldn’t see any eyes, the anger was evident.
‘If you think this man’s suffering was overbearing because of a mistake you made, it was not. It was this man’s choice as your choice was yours. If you think eating flesh is so horrible, imagine what your punishment will be for disobeying an agreement with me!’ The creature preceded to lift me off the ground and carry me back to the suffering soldier, dropping me on top of him. I moved as fast as i could to get off the poor man. He grunted as i finally found my way off of him and took a position sitting next to him.

‘I’m sorry I shot you, Paul. I was trying to save you from this. I didn’t know about this,’ I told the stricken soldier. He was too full of fear and anguish to acknowledge me. I knew my apology would bring him little comfort anyway. In the end, I suppose the apology was more for my own comfort than the soldier’s.

The imp settled back on the ground next to the soldier, positioning itself on its knees and resting its hand-like things on his chest. The child slowly leaned down again, like when he’d ripped off the man’s nose before. I waited for the beast to again rip off the nose, cringing in dread and anticipation. But, to my surprise, the fangs of the demon latched onto the right cheek.

The beast twisted and pulled, eventually pulling a large chunk of meat from the face of the man. The soldier screamed, but the bellowing was distorted by the open gash in his cheek. The flesh of the man had been torn clear through to inside his mouth. The jawline and teeth of the soldier were clearly visible through the hole now, and it distorted the man’s screams. For the third time, I needed to vomit, but was unable to do so.

The maleficent creature sat and chewed happily as the soldier gurgled in pain. I noticed that one of the unnatural creatures that clawed itself out of the child’s eyes was creeping in from its shadow, moving toward the soldier’s head. I watched as it slid its way to the opening on the side of the soldier’s face. The nearly footlong worm creature looked like a giant leech.

Although no leech is a thing of beauty, this one was almost as frightening and ugly as the demon child. It was blood red and slimy, with bright orange and black markings in spirals around its undulating body. There was no head, but you could see the mouth clear enough. The mouth had rows and rows of long needle-sharp teeth, looking like a child’s toy wind spinner. The teeth moved in a sucking, pulling pattern. Anything that encountered these teeth could only go through the parasite’s digestive system.

I let out a disbelieving groan as the leech started wiggling itself into the man’s jaw through the exposed flesh of hole in his cheek. The ugly blood red creature bored itself in just below the gum line and was soon completely buried in the man’s muscle.

The leech wasn’t the only unnatural thing in the soft light of the demon’s presence. There were also what looked like translucent fish floating around them. These creatures had the general appearance of a large pilot fish, colored only by soft pink dots. These fish are what popped out of the green pods from the demon’s eyes.

Fish was as close as you could get to describing what they looked like, but that fell short of how plain and dull they looked. Their big pale grey eyes were the most pronounced feature. The eyes had a dull glow of ghostly light in them, but nothing else. There was no pupil, but you could feel they were still watching intently, that was clear. They bore pectoral fins that gently waved as if floating in a calm, invisible ocean. These spectral fish had large round bottom feeder mouths, like the sucker fish in a fish tank that clamp themselves to the glass and clean away filth. They slowly glided around without sound and in lifeless slow motion. They swam through the air on the edge of the darkness surrounding the area.

‘Don’t worry, they don’t eat too much,’ the demon child said. Then, the abomination did something I didn’t expect, the beast balled its hand appendages into a kind of fist and punched the soldier in the ribcage hard and fast. I hadn’t expected it, and it took me off guard. There was the clear sound of broken ribs resulting in possible internal injuries. The soldier cried out with the pain of being struck in such a tender area.

‘It tenderizes them, makes a soup in their gut that is to die for,’ the demon said smiling. Flesh and blood now stained its jagged teeth. The child reached out and poked the area with the tip of its arm, like a baker testing a loaf of bread. The beast shook its head in disappointment.

‘This one is a bit stringy yet,’ it said and struck the same area again, this time breaking the skin as well as more ribs. The soldier let out another groan and nearly passed out from the pain. The creature grabbed the back of the soldier’s neck violently, lifting the soldier’s head so it was face to face with the man. ‘You will not pass out Paul! We have a bargain. I will not let you miss this dinner you promised me. The best part is just about to begin. You definitely don’t want to miss it.’
Ioxick gently laid the soldier’s head back on the ground, like a mother setting her precious child down for a nap. The beast flashed its hand out almost too fast to see and buried itself deep into the man’s side. The arm passed into the back right side where the man’s kidney was located. The hand ripped back out of the soldier’s body just as fast as it went in. A sickening splashing sound was followed by blood splattering the ground. I began to vomit once again. The creature waited patiently for me to finish.

When I finally returned my attention to the spectacle I was being forced to watch, I saw the creature held the engorged leech in his hand. Ioxick reached in and ripped the parasite from within the man’s body. The blood-soaked thing wiggled, looking to try and get away, but the child’s tentacle hands were too strong. The creature slowly moved his free arm back into the hole he’d extracted the leech from and dug around. When the creature seemed to find what it was looking for it pulled its arm back out with great speed. The loud pop of a bone was heard as the creature’s hand was pulled out of the soldier.

The demon now held a part of what looked like the man’s rib. The creature proceeded to clean the flesh off the bone with its teeth and a sickeningly white tongue. I would’ve expected a forked tongue on a beast like this, but it was surprisingly long and thin. It sat gently gnawing away the bits of flesh away, getting as much off as it could. Meanwhile, the leech creature was thrashing less and less, as if losing strength or the will to fight. I noticed the soldier’s complexion was getting paler by the moment from the severe trauma. Maybe this meant that the man would soon be past this torture. At least I hoped.

The creature examined the rib bone it’d extracted, seemingly happy with how it’d removed the flesh from the rib. It held the bone as high as it could with one of its appendages. The creature then used its root-like features to move on top of the soldier and pin him to the ground, positioning itself directly on the man’s chest. It took the bone it was holding over its head and forcefully jammed it into the man’s right eye. The soldier let out the greatest cry of pain yet in response. The child had used a particularly sharp part of the bone to break the eyeball. After stabbing it again and again, there was a gooey pool inside the man’s eye socket.

The screaming soldier was trying helplessly to wriggle out the whole miserable time his eye was being assaulted. The creature took the fattened leech and dipped part of it into the remnants of the eye, like one would dip a cheese stick into marinara. The creature bit into the leech and ripped off the part that’d been dipped into the eye for flavor. It was about to dip the leech in again for another bite, but stopped and regarded me, using the leech as a pointer.

‘I am not a demon you know,’ it said, mouth half full of leech, ‘I am what demons are made of.’ Ioxick dipped the leech in the eye socket again with disinterest in the man’s suffering and weeping and pointed it once again at me. Disgusting drops of goo dripped to the ground from the leech’s body.

‘I am the inspiration for the darkest stories you humans tell,’ it said and then lopped another great chunk off the leech, which was now visibly dead. ‘Stories! that’s what I am.’ The creature sopped up the rest of the eye fluid on the leech and devoured it.

‘You are an incarnation of evil, so you are basically a demon in my book,’ I said with a defiant sneer.

‘How dare you compare me to a mere demon!’ said Ioxick pushing, itself to its full height and causing great pain to the hapless soldier underneath it. ‘I was there when your kind was still roaming the lands looking for food and the wheel was a thousand years in the making. I was the dark thing in the deep parts of the cave your people told stories about and why they refused to go into the darkness there. I was the one who frightened your ancestors into using fire, all to drive away the darkness, because I was there in that darkness.’ I was struck by that. It is true that fire was a major step in mankind’s evolution. Could this creature have had a role in that? I had to admit that a natural fear of the dark was inherent in people.

The creature let Paul lay there in agony and drifted on its unnatural legs. It looked as if it had a mission. The glowing-eyed fishlike creatures, called Hallow Reevers, in the near dark swished away from the area behind me as the demon approached. The creature stopped in front of me and put its twisting ropelike hands up to its face like it was pondering something.

The creature went on to take credit for a lot of man’s folklore. He claimed man was not entirely accurate when telling stories about seeing him. Stories became legends, and a simple child in the dark consuming the dead becomes a big apelike creature or gremlins. A creature that devours whole people, not just blood, becomes a blood sucking vampire. The screams in the night heard as the demon fed became banshees and witches. It attributed the idea of demons to humans and said that was not its first choice of title. I was sure this boasting was just elaborate fiction. The more it talked though, the more I was convinced. Could one creature from ancient history be responsible for so many horror stories and creatures of folklore?

‘Anyway,’ Ioxick said, ‘none of that really matters. As long as you know I am more than what your stories say I am.’
The child demon turned and headed back to the sobbing soldier on the ground. It took a position standing at the man’s feet, looking down on him. The Stygian child reached down with its ethereal fingers and let them encircle the man’s right leg, just below the knee. The rope like vines started to slide back and forth around the leg. It was efficient, able to saw the man’s leg off in no time, had that been the demon’s goal. This was a calculated way of torture. The grinding bonds moved fast enough to rip flesh away, but in a slow, deliberate manner. The pain in the man’s face and his screaming was enough to drive one to madness by simply witnessing it. I found myself weeping along with the soldier. The man eventually could scream no longer and went catatonic as his leg slid off.

The evil ghoul hauled the leg to the soldier’s chest and laid it there, using his chest as a dinner table. The beast took out a knife and started to carve pieces of flesh from the bone and feast on them. The creature acted as if it were simply a family meal and offered bits of gore to the Hallow Reevers and to me. It was doing unspeakable sickening things and having a glorious time doing them.

For the rest of the night, the evil childlike creature found new and terrible ways to sicken me. It ripped the man’s tongue off with one of its spectral fingers, tossing it in the air a couple of times and trying to catch it with his mouth. The rendered piece of meat missed a few times and landed on the ground. The creature undaunted, threw it up again and again until it finally caught it with its ugly yellow teeth. It more or less dined on the man’s other limbs like it did with the right leg. The demon would occasionally rip out an internal organ to flavor its meal, probably for the sake of show. It’d say something like, ‘this needs a little kidney’ and then tear open the man, to produce the organ. After hours of pure depravity, the end would finally come for poor Paul.

The end seemed to take forever to come. Watching the poor man’s dismemberment was pure torture. You could see the anguish in his face as every move the demon made struck him with searing pain. Harsh breaths came fast and sharp as he attempted to suffer unbearable grief.

‘Well, everyone,’ the beast said after finishing off the man’s second kidney, ‘you don’t know it, but I have to be going.’ The creature stretched greatly and let out a loud screeching howl. I noticed Paul was still alive, quivering on the ground. His chest was slowly rising and falling. The creature did a drawn out stretch this way and that, then walked around the clearing, as if working off the meal. Then it walked to the soldier, stopping at his head. The man couldn’t possibly know it was there, both eyes were gone at this point. The ears were gone long ago too, maybe for hours.

The creature reached, once again, with those ugly black root-like fingers. They bore deeply into the man’s throat, unimpeded by muscle, tendon or cartilage.

‘Got to be careful here,’ said Ioxick. ‘I don’t want to accidentally cut the jugular. Wouldn’t want to kill him…just yet.’ The creature found that very amusing and laughed hard. As soon as the monster hit a spot it liked, it ripped its hands out of the man’s throat amazingly fast. The beast held its hand to its eyes, looking at what it had drawn from the soldier, and was seemingly quite happy with what it’d done.

‘This is the man’s windpipe I believe,’ the demon child said, popping the bone into its mouth and chewing it like gum. ‘Sad to say that losing that may be fatal.’ The creature began to mock the soldier with crying noises and blatantly fake sad faces. After a final twitch from the soldier, I could tell it was finally over for him as any sign of life was finally gone.

‘Oh Paul, I barely knew you,’ Ioxick snickered. Then, the demon child shot its many mist like appendages through what at this point was essentially a lifeless torso and head, tearing the man’s body into a great number of smaller pieces. If the soldier wasn’t dead, this most certainly would have done the job. It was then that I decided the beast’s strength was clearly superhuman and awesome, as well as deeply disturbing.

‘Alright everybody, clean up time,’ the vile thing said in a childlike voice. It was very disturbing the way the beast said it, as if this beast were announcing recess to a class of kindergarteners. It was exuberant about whatever this next part entailed. The beast waved its arms over its heads once again. At first, I didn’t notice anything. It was like the demon cast a spell, but nothing happened.

The nightmare of what was about to happen finally dawned on me when I saw the blood on the ground start to vibrate. Unfortunately, I got a bit too curious and looked closer. It was something I’d regret and see repeated in many, many nightmares. There were thousands of tiny blue pods left in the blood on the ground. It occurred to me that this was the same blood the demon child had spilled from his own eyes in the beginning. The other pods left there were hatching.
The pods hatched there before my eyes. They weren’t exactly maggots or worms. Each creature had the body of a worm, as long as maybe six inches. They also bore a set of legs near their head. Looking through books later, I found these creatures had no known ancestor human kind has ever witnessed. It possessed the front legs and head of a louse. The mouth of the creature was designed quite differently though. Instead of a device meant to suck blood, each tiny mouth bore teeth and was meant to eat and rip flesh. The mouth had a piranha’s small, razor-sharp teeth. The creatures were white, like they’d evolved in a deep dark cave that never saw light. They were a sickening new species, and they had no problem moving themselves to the chunks of the dead man.

‘Don’t worry,’ said the demon child as It stabbed a kind of finger spear through one of the insects and popped it into his mouth, ‘these buggers won’t leave a single drop of this guy for anyone to find. Not even a hair.’ The child was right. Within a half hour, the fat little lice had finished everything, not even a bloodstain was left. The demon child was done as well. He devoured the last of the now pinkish lice into his mouth and rubbed his stomach.

‘That hit the spot,’ said the creature. I was numb by this point. I’d seen so many crimes against nature those last few hours that the idea of lice filled with bits of flesh being eaten by an evil apparition didn’t hit me the way it should. I was mentally washed out.

I looked around, noticing that the Hallow Reevers were slowly falling to the ground. It struck me as weird, but I’d become so desensitized that I really didn’t care now. The ghostly, glowing eyes were now black and empty. The fish, without this glow, slowly wafted to the ground. Their bodies hit the ground without sound and without any impact on the surrounding area. They simply broke into pieces and were swept away like snowflakes in a breeze.

The demon child used one of its black fingers like a toothpick to start prying stuff out of its teeth and just walked away, leaving me there. I was a complete mess and didn’t have a clue what do. After a couple of minutes, when the beast was completely gone, I started to think, ‘maybe this didn’t happen.’

“I know now all these years later that it did happen. It really did,” Victor said to Peter. His face grew paler than before.

“That is a horrible story Victor, do you want me to get a doctor?” asked Peter. This caused Victor to laugh once again with sadness. Again, he went into a barking cough.

“No, I’m not hallucinating. This all happened. I wish it was only a mind fart,” Victor said shaking his head. “It’s worse than I explained though.” Victor looked off toward the window. The morning sun was steaming in. His face looked very old all of a sudden, sunken and weathered. Victor’s hair was thin, showing pale skin and spots through the modest hairline. Even his large eyebrows looked like they’d seen too many miles.

His eyes were the thing that frightened Peter. His brother’s eyes were always a lighter shade of blueish grey and bright with life, but at this moment they were full of fear and looked aged. His eyes looked sick and ghostly as he spoke, “I’ve seen the child again and again since then. His torment never stops haunting you. Watching that devil feed that night was the beginning. I didn’t know it then…I know it now. I’d unknowingly made a contract to watch the god damn thing feed from that point until the day I die.” Again Victor chuckled. He nearly coughed again, but held it back this time. “I guess today it will finally be over, and I say good!” Peter wasn’t sure how to respond to this.

“You watched it feed again?” Peter asked.

“Yes, late at night in my dreams he comes and gets me. The Stygian Child swallows me somehow and I am taken to watch him make his crooked deals with another poor soul. See the Hallow Reevers are us. The reevers that are forced to watch these abominations again and again are the poor devils that’ve made the deal. He makes us watch as he feeds until we eventually are eaten ourselves.” Victor leaned forward some. “And you know what? They always take the son of a bitching deal! The child knows how to get them to agree!” Victor lay back and tilted his head away from Peter.

“He knows exactly how to manipulate people to get his sick pleasure,” whispered Victor.

“Why don’t people just cremate themselves then? I mean if there isn’t the body to eat, he can’t do whatever he does,” Peter asked.

“Some have tried. I was there watching as the demon rose a man’s the ashes back from nothing. It is futile, the beast has outsmarted everyone. I guess this demon probably has been around for as long as it says. I mean, with what its able to do, that wouldn’t surprise me,” Victor said and then sighed. He was wheezing a lot now from excitement. Peter moved a bit closer to him and tried his best to look passive.

“Calm down, Victor. You need to relax or you’ll start coughing again. Don’t let yourself get agitated,” Peter said softly.

“You know, not once did I call the bastard by what he wanted to be called. He asked me to call him Sanguine and even though he pushed me to call him it on a few occasions that revolting night, I never did,” Victor said with a wide smile on his face, happy he’d at least done that. Victor looked like he wanted to admit something badly, but he couldn’t bring himself to say it as he looked at his brother.

“Anyway, the beast will come for me when I’ve passed. It probably won’t come right when I die though. It will feed when the opportunity presents itself. It may be accompanied by a new poor soul who will start down the path I accidently walked. There will be the Hallow Reevers too, the poor souls of the damned, silenced and forced to watch as it feeds. Peter, you need to know one thing and tell your girls, too,” Victor winced, feeling a pain in his shoulder, “if some magical looking abomination asks you to make a deal with him of any sorts, it’s never worth it.”

Victor laid back and all the electronics screeched with alarm. Peter knew it was bad. He stepped back when people rushed into the room. It wasn’t long until Doctor Norman said quietly to Peter, “sorry, he’s gone.”

Peter was subconsciously drawn to his watch. He needed to know that his brother’s time of death was not preordained. He actually heard himself gasp when his watch read that the time was nine eleven. He began moving toward the tiny café down the hall for a coffee. He was planning to stay for a while at this little coffee cubby, to escape. He glanced at the face of the watch once in a while as his mind processed the information it was receiving. He’d lost his brother. The horror story his brother had told him was so terrifying it caused Peter to go into a fog. Peter started wondering if it were true. Visions of demons and flesh being torn from others filled his mind. He was snapped out of it when he heard Doctor Norman discussing something loudly back and forth with a nurse back toward his brother’s room.

“Where is Mr. Rothwell from room sixteen? They couldn’t have taken him yet. I don’t think we called down there yet. His brother is still here and hasn’t even had time to do any paperwork yet,” Doctor Norman said in a raised voice.

“I don’t know. We never move people like that. I’ll talk to Tammy,” said the nurse excitedly, and she quickly headed to the other side of the floor.

Peter hadn’t taken the story his brother told him all that seriously. Peter thought maybe his brother had some sort of mental issues near the end. It isn’t unheard of for people on certain drugs, coupled with pneumonia, to have hallucinations or tell odd stories. However, his brother’s body disappearing surprised and shook him. He took the red envelope he received from Victor and carefully removed the key that had a business card attached. The card was for a bank not far from the medical campus.

At the bank, Peter was shown to a room when he flashed his identification to a clerk. Upon opening the box, he saw a small pile of money, a card with instructions and a carefully placed, neatly folded piece of stationary. On the stationary was the letter Victor had hand written for him. The letter said:

My Dear Brother Peter,
I’ve included a list of incidentals I need done after I pass. I assume by now my body has gone missing. Don’t worry about me. I am at peace now, of at least this, I am sure.
I am finding as I write this, I am sadder than ever before in my life that I never really got to know you and your family. I know it’s mostly my fault, but I hope you forgive me. I never really knew how to talk to you about these things. I think you knew this to be the case and so you let me be.
By now, I will have told you the story of the night I was visited by the demon. I was told by the demon I would tell you what I did and so I know that is what I will do. You need to know one further thing about our meeting.
The demon came to me and made me promises. If I was to die and never meet my brother, I don’t know if that would have been enough to sway me. I know that is what I will be telling you when I die, but it isn’t entirely the truth. I’d have died before I made a deal with a demon for my own life.
The demon foretold that I’d never meet my new brother because my brother would die shortly after his birth. It was your death that the demon explained to me he could spare. I was, at the time, surprised I had a baby brother on the way and soon. I couldn’t bear the thought of not having a little brother. I needed to take the gamble to save you. I think the demon knew I’d long for a brother. I don’t regret it, though.
However, the demon never told me the whole story, that your mother would die in the crash you were to die in. I’d saved the life of my brother but had robbed us of your mother. I couldn’t face dad or you for the guilt after that, and so I think that caused a wedge between us. I don’t know if your mother died in your stead, or if you were both doomed in that accident, but I intervened on your behalf.
The death of your mother, the listlessness in our father and the terrible knowledge of my inevitable fate with the demon caused me to fear you, I think. You might think I was mad at you because of the way things worked out, but it wasn’t you. I was angry with myself. Bad things happened, and I spent a lot of time just coping. I should’ve been a better brother. Sorry.

Victor

Credit : Daren Salls